... hasta hoy.
Con todas las cosas que han pasado, y ya te contaré, no se hizo más fácil el día.
Ha sido largo, sin mucho más que medicinas y conversaciones de médicos, aunque pronto comenzarán los resultados. Entretanto, descubro que llamaste sin que respondiera, y encuentro mensajes tuyos que no pude contestar.
Y como nunca, por no haberte oído, te extrañé en serio, con esa nostalgia que te pone un poquito triste, por primera vez.
No tenía idea de lo difícil que era. Siempre tuvimos una u otra forma de hablarnos, que era -es y seguirá siendo- bastante bueno para paliar la ausencia. La de ambos. Ahora no, y es aun incierto si podrás llamar o no más tarde.
Esta vez si sentí que no estabas, y me dolió. Mucho más de lo que imaginé.
Sé que es un dolor, por circunstancial que sea, que no quiero volver a sentir.
De repente te parece demasiada cosa por un día lejos. Pero apenas una hora ya es demasiado si no sé de ti ni un poquito.
Así es esto. Yo sabía, y sé que pasará alguna vez más. Pero esta es la primera, y tenías que saber que este Maltés tuyo, que te quiere más de lo que imaginas, o pensaba él mismo, te extraña, te añora, siente que le faltas, aunque sea que estés a un día de distancia entre una llamada y otra más.
Te quiero, como siempre, como cada día, un poco más porque se puede, porque me dejas, porque sé que es así....
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