No, no es que hayamos partido juntos del mismo lugar, subido a dos asientos juntos ni llegado a un sitio en el mismo momento. Aún no.
Pero sí es cierto que de alguna manera estamos viajando juntos desde hacen un tiempo.
El teléfono puede ser una manera, es obvio. Pero creo que de alguna manera algunas cosas cambiaron cuando las primeras cartas llegaron a tu bolso de viaje, hace un poco más de un mes.
Me acuerdo de las primeras que te dejé. Estaba muy preocupado cuando te la leí por teléfono, cierta noche, pero bueno, en esa noche muchas cosas fueron dichas
Pensaba muy dentro mio: ¿Que creerá? ¿Pensará que es demasiado? Ahora sé que no, y por eso te escribo todo lo que puedo... pero entonces tenía miedo de ahuyentarte con un particular exceso de entusiasmo.
(Recuerdo más atrás aún cierto cuadernito de forros rojos que tal vez conozcas algún día... ahí te escribí algunas cosas también. Pero las fundamentales, las que ha hecho camino, las tienes todas en tus manos, o las has leído en April, terminadas o no.)
Es a través de esas letritas sencillas que viajamos juntos. Es con palabras puestas una junto a otra que me meto en tu bolsa de viaje, y tú estás sentada junto a mí en mi oficina todos los días. Extraño tu voz tanto como a tí cada día, por todas las horas que no podemos hablarnos mientras trabajas y trabajo. Pero algunas letras salpicadas en un papel o el monitor de una computadora son compañeras permanentes, que no están solamente para recordarnos cuanto nos amamos.
Están ahí para darnos sonrisas, para hacernos sentir nuevos, para no olvidar jamás como fue que comenzó esta aventura maravillosa que apenas ha cumplido 20 días hoy.
Por las cartas, y los mensajitos de texto, por los Bs.Ds. y un te quiero en las pantallas de pocas pulgadas, por el papel doblado y las hojitas escondidas en un computador.
Por esas te amo... por esas siento que sonríes donde quiera que estés.
Por esas es que viajamos juntos...
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