jueves, 12 de mayo de 2011

UN MES DE ANDY Y MALTES...

Hace un mes, hoy...
Hace un mes, éste chico rojito y tuyo no existía... y lo que está entre los dos iba a nacer, o mejor dicho, iba a hacerse oficial, por usar una palabra ajena y torpe, pero bueno. Palabra al fin.
Palabras son lo que ha habido por montones, desde hace tiempo, y hoy tengo algunas para decirte.
Éste es mi post del primer mesversario.


Te amo, Andrea, porque sonríes con tantas ganas que no puedo dejar de hacerlo yo mismo. Porque has hecho que mi vida tenga luz, una que quiero conservar para siempre.
Te amo porque te quedas calladita y luego te sonrojas cuando te digo que te amo, y por qué.
Te amo porque me abrazaste esa tarde de doce, con tanto cariño que nada más pasaba alrededor. Porque tu manita dulce y suave en mi rostro fue exactamente como la esperaba.
Te amo porque estás haciendo realidad mis sueños, porque eres la mujer tierna y magnífica  que siempre imaginé, porque me pides perdón por parecer fría en el teléfono.
Porque una palabra tuya hace mis noches más cálidas, y mis momentos, todos, dulces y memorables.
Porque quiero tener más momentos dulces, porque siento que te necesito para respirar a ritmo.
Te amo porque eres, porque sabes que lo hago, porque tu sabor es el que esperaba.

O como decía el tal Neruda..

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde, 
te amo directamente sin problemas ni orgullo: 
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres, 
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía, 
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

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