martes, 5 de julio de 2011

UN VIAJE... Y UNA LLEGADA MAS...

Es casi una costumbre, desde hace algún tiempo...

Siempre te pienso en algún lugar no necesariamente muy cerca. Así ha sido durante unos años.
Sep. Años. He pensado en tí más veces de las que andaba dispuesto a admitir. Incluso cuando trataba de convencerme -vano empeño- para no hacerlo nunca más.
Hay algo de soldados y guerras que te dije hace algún tiempo. Ahora se me hace más real incluso que antes. Pero no estás lejos. Parece que así fuera, ¿no?
Total, nos vemos poco, nos tocamos poco, nos besamos poco.

Por eso cada beso sabe como el universo concentrado en un dedal.
Por eso cada abrazo me hace sonreír.
Por eso te extraño en las mañanas y las tardes y las noches.
Por eso no puedo evitar emocionarme como la primera vez que nos vimos, fuera del primer encuentro, una mañana de marzo de 2006, en los Claustros de la Compañía.
Recuerdo que hablamos de muchas cosas. No terminaba de saber quien eras, pero sí que la impresión que me habías dejado en diciembre, poco antes, estaba ahí, dando vueltas.

Algunas cosas no han cambiado desde entonces.
Sigues haciendo que voltee a mirarte. O que se escape una sonrisa al verte.
Y claro, ahora sonríes tú también.

Te amo.

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