Se nos pasaron los meses, preciosa.
Asi, despacito. Aunque algunos días lo han hecho mucho más rápido que otros.
Creo... no, no es una palabra justa. Se acabó el tiempo de los "creo".
Sé. Esa es una cosa más justa.
Sé que las cosas van cambiando.
Que hemos tenido una semana con momentos duros, molestos, de ciertos enojos.
Y que ningún enojo, por justificado que pudiera parecer, es capaz de hacer que me sienta un segundo menos enamorado de tí.
Dentro de poco serán 100 días. Y aún no conozco el cansancio como conozco el brillo de tus ojos cuando sonríes. Y lo hermosa que es tu sonrisa cuando siento que me pertenece, que me la he ganado.
100 días; la ultima oportunidad de un imperio, a veces.
O el comienzo de una vida que bien podría no tener final.
Esos llegan pronto. Los 100.
Ahora, pues soy feliz con los 92 que nos ha regalado el tiempo, hechos de más de 2 mil doscientas horas en que hemos sido felices -lo sé- en casi todos los 132 mil 480 minutos, y nos hemos amado durante mucho más de 7 millones y medio de segundos.
Parece poco tiempo cuando cuentas de 100 en 100, ¿no?
Pero ya hay millones aqui. Toditos nuestros.
A nuestro modo, mi amor -la mujer más linda del mundo- nos hemos ganado la Tinka.
Y si, lo hicimos porque arriesgamos a jugar.
Te amo. Tan sencillo como dos palabras.
(Éste coso es tu regalo del 12. Espero que te haya gustado tanto verlo como a mi hacerlo)